martes, 27 de mayo de 2014

Inseguridad.

No sé si va en mí o es que factores externos me han transformado a ser así, pero solo una cosa es objetiva: soy una insegura de mier... Personas (en las que confío) a veces me reclaman desconfianza, pero algo que no entenderán es que la desconfianza no es hacia ellos, es una desconfianza hacia mí; a creer que en cuestión de segundos puedo perderlos, o que alguien (mejor) ocupará mi lugar; ese es otro tema: la insuficiencia. Jamás sentirse "suficiente" para alguien y vivir con el constante miedo de ser reemplazada por no ser suficiente para alguien. 
Ciertas vivencias podrían justificar, en parte, la desconfianza, y es que ya me han fallado muchas veces, y por qué no lo harían de nuevo.
Aunque muchísimas personas me tratan de hacer entender que debo confiar en ellos y en mí, es algo que me cuesta, en especial, como he mencionado, conmigo misma. 
Un tema a tratar, algo que debo mejorar. 

2 comentarios:

  1. Es peligroso hablar sin conocer y sin saber si lo que cuentas es real o es sólo un relato. Te pongo como ejemplo yo mismo. Habrá quien piense que mi vida sentimental es una maravilla por las cosas que escribo en mis versos y te aseguro que no, que he tenido que elegir la soledad porque fallé y me fallaron. Pero sin embargo, sigo escribiendo historias para que los enamorados se las lean unos a otros y eso me hace sentir bien. Vamos a poner entonces que este texto, por ejemplo, sea verdad, sea propio y vivido por ti y que además eres joven, en torno a 18 años. Yo casi te duplico la edad y ni soy demasiado joven para no saber nada ni soy demasiado viejo para saber algo. Pero ese "problema" de inseguridad, es algo que nace en ti y sólo tú tienes la llave para solucionarlo. Yo confieso que he tenido mucha inseguridad en mí mismo toda mi vida, que a pesar de las alabanzas de los demás, yo no veía nada extraordinario ni en mí mismo ni en mi obra. Hasta que un día paré. Pensé que a mí me encantaba esa película que todo el mundo decía que era una porquería, que me hacía llorar esa canción que sólo escuchan las mujeres, que ese libro best seller mundial, estaba vacío. Y que todo eso se debía a que mi ser es de una manera determinada. Me gusta esto y lo otro y aquello que le gusta tanto a ese grupo, a mí no me gusta. Y no es culpa de nadie. Eres así y así te querrán o te rechazarán. Y el miedo a perder no va a evitar que pierdas. Yo estuve casado con la mujer más celosa del mundo entero y eso no evitó que me perdiera, ni que yo la perdiera a ella.¿De qué le sirvió los celos? Quizá, si en vez de sentir celos, hubiera puesto más empeño en ser ella misma, quizá, hoy las cosas serían diferentes. Y lo mismo pasa con las personas que tienes cerca y que tienes miedo de perder. Te recomiendo que en vez de paralizarte por el miedo a perder (sentir miedo es incontrolable, y lo vas a sentir, sé consciente de eso y habremos avanzado mucho) empieces a moverte y a hacer cosas para que esas personas quieran estar contigo por lo que eres. Y si las pierdes, no será culpa tuya, ni de nadie, simplemente que esa compañía no tiene razón de ser porque no enriquece.
    En tu perfil dices que eres una "individua sin importancia" y no puedo estar de acuerdo. ¿Cómo que no tienes importancia? Claro que la tienes y no se trata de que te mires en el espejo y digas "soy tope guay y la mejor". No, eso se llama vanidad, y son esas personas las que se sienten más solas a la larga. Tu importancia radica en que sin tener la menor idea del porqué estás aquí, como yo, que tampoco sé para qué demonios nací, trato de aprovechar el tiempo y llenarlo con las cosas que me hacen sentir bien. Y sobre todo dejar el mundo en paz y centrarme en mi mundo. Yo no me juntaré con un grupo que se reúne frente a una pantalla a ver un partido, pero sí escribiré cualquier chorrada que se me ocurra, porque eso es lo que me hace sentir bien. No sé porqué pero me siento mucho mejor escribiendo que viendo el fútbol y eso ya es un motivo para hacerlo. Evidentemente, los amantes del fútbol me rechazarán si no aceptan que yo no seré compañía esas dos horas, pero repito, eso no es culpa de nadie. Simplemente, es incompatibilidad de caracteres. Las cosas fallas, las relaciones, las amistades, el hartarte de estudiar y suspender… Pero que una cosa falle cien veces no es una prueba definitiva de que la ciento una vaya a fallar también. Si no se intenta, no se sabe. Y si falla, las cicatrices que se queden, serán las que corrijan errores futuros.

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    1. Y de eso trata, effie humana completa, muy humana con sus miedos y todos sus atributos, de mejorar, de vivir mejor el tiempo que haya que estar. Es como cuando a una niña una muñeca que le gusta. No piensa en por qué se la han regalado, sólo piensa en disfrutarla. La vida es igual. No sé porqué existe, pero ya que existe, el tiempo que sea (hasta que la muñeca se rompa) yo voy a exprimirla todo lo que pueda. Mírate al espejo cada mañana, cuando te laves la cara y sonríe. Te aseguro que no se puede empezar mejor el día. Y poco a poco irás adquiriendo la confianza de aquel que sabe que los miedos no valen para nada y que su vida se llena con unas cosas determinadas que tiene que buscar, huyendo de lo que está de moda y no aporta nada.

      Si he acertado en la percepción de la realidad del texto y la juventud, ojalá podamos hablar dentro de diez años y ya verás que todo esto, que parece fácil de escribir y difícil de hacer, con empeño y tesón, es posible.

      Que tengas un día lleno de sonrisas.

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