e n f e r m o

Para ser sincera, esto se me 'apareció' en un sueño; el sueño fue que leía un documento y en él estaba impreso esto, no sé que trató de decirme, nunca antes había leído algo parecido, ni había pensado en esto:s pero de alguna manera debía escribirlo en alguna parte, y creo que mis ánimos de pescar un lápiz y escribir son nulas. 

<Me sentía solo, me sentía abandonado, los ánimos que tenía para levantarme o poder realizar cualquier  actividad eran CERO, ni ganas de comer he tenido, ni ganas de ver a la gente que me rodea, aunque la verdad nunca he disfrutado la presencia de demás personas, pero esto era distinto, mi cuerpo se sentía pesado, mi mente ya no reaccionaba como antes, el sentimiento de sentirse vacío era justamente lo que me 'llenaba', lo único que pasaba por mi cabeza eran estúpidas ironías y hasta incluso pensamientos suicidas, si me preguntaban que me pasaba simplemente respondería 'No lo sé' y es que aunque yo mismo quisiera saber lo que me pasaba, NO, no lo sabía, era algo desconocido pero a la vez lo sentía tan cercano que podía creer que esto lo he tenido desde que nací. Todo lo que pasaba por mi garganta era saliva y en ocasiones agua, pero algo sólido claramente sería devuelto en forma de vómito algunos minutos después. A pesar de mi soledad interna tenía que convivir con los demás humanos (desafortunadamente), pero AQUÍ, fue donde todo comenzó a cambiar. Al levantar la vista me encontré  con varias personas, la verdad, nadie llamó mi atención, seguí en lo mío que la verdad era no pensar en nada, hasta que una voz me despertó de mis vacíos pero necesarios pensamientos, y al levantar la vista me encuentro con ella, con la que dice que sus ojos marrones no son especiales, con la que dice que su nariz es aplastada y horrenda, con la que no está conforme con sus dientes cubiertos de metal, la de pelo corto y puntas abiertas que desea tener el pelo largo y sedoso, sí, era ella. La de la mirada profunda, que se pueden leer sus pensamientos, que su nariz es tan suave como su cara en general, en que sus dientes a pesar de estar cubiertos por metal son perfectos para mí y los fierros la hacen aún más única  que su pelo está perfecto con ella, le viene el pelo corto y para mí si es sedoso y acariciable. Desde ese momento todo cambió, que me di cuenta meses después, que esta chica, que esta mujer, insportablemente celosa, irónica y al igual que yo con su lado suicida, me salvó; que mis ánimos subieron simplemente para levantarme y poder verla, que desencadené mi lado artista escribiéndole versos y dibujando, que cada vez comía más, que lo vacío se iba y se llenaba de sentimientos, y fue ahí, cuando descubrí, que ella era la cura, ella fue la cura, que mi enfermedad se había curado, con estar con ella.>


- effie