jueves, 17 de abril de 2014

ovalle.

Nuevamente prendo el computador antiguo para hacer algo, ya que mi notebook esta "enfermo"... Como siempre, me desvío a las carpetas, a las fotos, a los videos.
Tantos recuerdos se me vienen a la mente, en especial esta fecha de "feriado" en el cual siempre estábamos esperando que llegaran mis hermanos y pasar un fin de semana familiar reunidos. 
Tantos videos, tantas sensaciones, tanto todo me inunda de a poco y veo como cronológicamente todo ha cambiado tanto. 
Cuando los viernes en la tarde se convertía panorama ir a la casa de alguna amiga a comer, ver películas, grabar videos, sacarnos fotos, cantar, en fin, sin preocuparse nada más que de nuestra diversión. 
Las primeras veces que nos "fugabamos" para ir al centro solas, creyéndonos ser tan grandes. 
Nuestras peleas inmaduras por cualquieeeeeeeer cosa, nuestras pataletas. 
Reclamar siempre en contra del colegio, del régimen al cual pertenecía. 
De la época de invierno en que teníamos que sacar la estufa y ponerla en el pasillo, el estar en la pieza del computador porque aún ni pensaba en tener notebook propio, muerta de frío, con los sonidos de los guiños, del inicio sesión en messenger.
De la mañana de domingo en que los labios de mamá pronunciaron "Fernanda, tu papá consiguió trabajo en Santiago, nos vamos" y todos esos recuerdos redondearon mi cabeza por días, semanas, meses. 
Resumir todo lo que sentí esos meses sería imposible para mí porque no podría explicarlo de manera sencilla y mucho menos hacerlo corto y bien. Aunque podría decir que fue un derrumbe total, todo lo que conocía ya lo conocía muy bien y me aterraba llegar a un lugar donde para mí todo era desconocido y obviamente donde yo era la desconocida. 
Me imaginé tantas cosas, me costó asumir que eso estaba pasando, que mi grupo de amigas ya no iba a estar conmigo, que sus viernes en la tarde serían sin mí, que mi casa ya no sería mi casa, que mi pieza no sería mi pieza, y que yo simplemente era un vacío que se probablemente se podría llenar. 
Para mi bien (mental) fue mejor de lo que esperaba, y ser la desconocida al principio siempre es un tema complicado, y más aún si es que nunca había sido la desconocida y desconocer todo; pero luego comencé a entender y a  incluirme en todo, que para una tímida desconocida no se haría un tema fácil. 
Con el tiempo me fui dando cuenta que viví la mayoría del tiempo en una burbuja, con mi familia, mi grupo de amigos, mis conocidos. Que mis conocidos no eran más allá que personas "parecidas" a mi, que mis amigas y yo estuviesemos casi calcadas en pensamiento, forma de vestir, bla,bla... Y llegar a un lugar tan distinto te abre nuevos horizontes, nuevas formas de ver las cosas, nuevas personas, tan diferentes entre sí, no tener el miedo de desencajar (como allá, como dije eramos calcadas). 
Y es ahí cuando abrí los ojos, las puertas de par en par me mostraron una realidad que antes para mí estaba escondida y ni siquiera sabía de su existencia. 
Por parte extraño mi ex ciudad, extraño la niñez, los recuerdos, mis amigas, mi entorno, pero por otra parte sé que si llegué aquí es por algo, y algo importante, que he aprendido incontables cosas, que me he expandido en todo sentido y que he conocido personas que de verdad agradezco conocer. 

2 comentarios:

  1. Una reflexión sobre la vida llena de matices de todos sus momentos. Es más, si te fijas bien se ve expuesta en muchas historias. Una despedida repentina y un volver a empezar que no es volver a empezar sino seguir creciendo. Muy llamativo el hecho de encajar con los demás, y te lo dice alguien que lleva toda su vida (35 años ya) desencajando con todos y con todo, que algunas veces se ve sorprendido sonriendo recordando su niñez y eso que yo no he cambiado de ciudad, pero de las personas con las que compartía aquellas tardes de verano despreocupado de todo lo que no fuera algunos exámenes sin importancia, ya no queda nada. Y da nostalgia. Pero comprendes que tienes que ir un paso hacia adelante, aprendiendo cosas que desconoces y aquellas tardes, aquellas fotos, aquellos besos en la orilla del mar, son momentos muy conocidos.

    Yo también creo que todo lo que ocurre, ocurre por algo. Luego, nuestra decisión de actuar o quedarnos quietos, hará que aprovechemos la lección que la vida nos brinda o nos quedemos estancados en el aprendizaje.

    Un besito, Effie, y que tengas un día lleno de cosas bonitas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y es que de eso se trata la vida, de levantarse, de crecer y sobre todo... De aprender. El caso de cambio de ciudad fue un factor relevantísimo en toda perspectiva en mi vida pero al igual que tú, personas que casi eran todo, se reducieron hasta el día de hoy quedar en "nada". Me encantan tus comentarios, tu forma de expresarte, besitos para tí también, que tengas lindo día:)!

      Eliminar